Amor En El Más Allá.
—¿Estás segura? -pregunté.
—Sí, tuve un recuerdo, estaba con mi mamá. -dijo.
—Está bien, vamos... pero vayamos en la camioneta de Alejandro, capaz que alguien lo llama y tenemos otra pista. -dije.
Ya en el auto, Alejandro llamó a alguien.
—Estoy en camino. -dijo. (...) ¿Más dinero? ¿Para qué? (...) yo te di lo que pediste (..) de ninguna manera (...) no, no hables (...) está bien, cuando llego te doy la plata (...) -corta.
Al llegar, bajamos y buscamos la casa.
—Es esta. -dijo, Carina.
—¿Estás segura? -pregunté.
—Sí. -respondió.
Nos acercamos a la puerta y nos miramos.
—¿Lista? -pregunté.
—Lista. -dijo.
Atravesamos la puerta y avanzamos. Fuimos a la cocina y vimos a una mujer dada vuelta.
—¿Mamá? -preguntó, Carina.
La mujer se dio vuelta, caminó hacia nosotros y al atravesar a Carina se detuvo, miró hacia atrás y después de unos segundos siguió su camino.
—Linda casa. -dije.
—Gracias. -dijo, Carina. ¿No te molesta si voy con mi mamá?
—No, no, anda. -respondí. Yo voy con Alejandro.
Cuando salí de la casa me dirigí hacia el auto de Alejandro.
—¿Para qué queres esa plata, Ivana? -preguntó, Alejandro.
—Con lo poco que me diste no me alcanza ni para irme a Mar Del Plata, Alejandro. -dijo, Ivana. Dame la parte del dinero que me pertenece.
—¿Y si no quiero? -preguntó.
—Voy a hablar. -respondió.
—Si vos hablas también caes, Ivana. -dijo, Alejandro.
—No, yo no. Yo puedo ser una simple testigo que vio como un hombre ent...
—¿Cuánto querés? -interrumpió.
—Doce mil.
—¿Qué? Ivana eso es más de la mitad.
—Vos vas a hacer lo mismo con esta nueva chica, Alejandro.
—Sí pero no voy a hacer lo mismo que hice con Carina. Lo que me pasó con Carina fue un...
—Un accidente. -interrumpió, Ivana. Ya sé, me lo dijiste.
—Anda al banco y saca lo que quieras. -dijo, Alejandro.
—Gracias.
—¿Para qué necesitas la plata? -preguntó, Alejandro.
—Voy a comprar un pasaje para irme al Caribe. Cualquier cosa me llamas, ¿si?
—Okey, que andes bien.
—Lo mismo digo. -sonríe. Cuidate.
Alejandro se bajó del auto y se subió a su camioneta.
—Sebastián. -dijo, Carina.
—¿Si? -pregunté.
—¿Todo bien? ¿Pasó algo?
—No, no pasó nada. Solamente me quedé pensando en algo que dijo Alejandro.
—¿Qué dijo? -preguntó, Carina.
—Algo sobre un accidente que tuvo con vos. -respondí.
—¿Accidente?
—Sí, no dijo cual pero fue muy raro de la manera en que lo dijo... lo notaba nervioso.
—Cuando despiertes vamos a ir de nuevo a la oficina de él. -dijo, Carina.
—Está bien, ¿te sentís bien?
—Sí, es que... extrañaba a mi mamá. -sonríe.
—Cuando despierte si queres vengo y te comunicas con ella a través mío, ¿si?
—Sí... gracias por lo que haces por mí.
—Yo quiero lo mejor para vos. -dije.
—Tengo una idea. -sonríe.
—¿Cuál? -pregunté.
—¿Qué te parece si nos damos un tiempo y disfrutamos este hermoso día? -preguntó.
Carina sonrió y se acercó más a mí.
—¿Qué decís? ¿Aceptas? -preguntó.
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario